miércoles, 25 de abril de 2018

Métodos de relajación y concentración (parte 2)

Intentaremos resumir las fases por las que se va pasando para conseguir el fin deseado,porque, como el mismo nombre indica,constituye todo un entrenamiento, que implica constancia y paciencia para conseguir los fines deseados. l. El sujeto ha de estar en una posición en la que se encuentre cómodo, con el menor número posible de estímulos corporales que puedan distraerle. Se puede poner tumbado boca arriba o sentado con los brazos apoyados en las piernas y la cabeza caída y relajada. Quizás esta posición sea más adecuada, para luego poder conseguir relajarse durante una partida,de modo que no se asocie el estar tumbado al estar relajado, sino que se pueda conseguir en otras posturas. 2 . Se cierran los ojos y se repite mentalmente la frase «Estoy tranquilo» cinco o seis veces. 3 . Se repite la frase «Brazo derecho pesado» (en el caso de personas zurdas , «brazo izquierdo pesado ») durante un minuto ,aproximadamente. Algunas personas, ya desde la primera vez, sentirán la pesadez buscada. Esa pesadez significa que los músculos están relajados, que es lo que queremos conseguir.Esa es la gran diferencia entre este tipo de relajación y las demás: que recibimos información que nos confirma que nos estamos relajando, un feedback positivo que nos estimula a relajarnos más. Cuando se consiga sentir esa pesadez de manera nítida, lo cual suele suceder después de practicar dos o tres días, se pasa a repetirse «Brazos pesados», buscando generalizar la pesadez progresivamente. Después se pensará «Piernas pesadas», «Brazos y piernas pesados » y «Brazos , piernas y vientre pesados», pasando a la siguiente fase sólo cuando se ha cumplido la anterior. 4. Ahora tendremos que conseguir la sensación de calor, la cual implica una vasodilatación, que permite que la sangre llegue de manera óptima a todos los órganos , incluyendo el cerebro. Seguiremos el mismo proceso, pero con la fórmula «Brazo derecho caliente»,después «Brazos calientes», «Piernas calientes», etc. Una vez conseguido, se pasa a buscar la pesadez y calor a la vez con «Brazo derecho pesado y caliente», etc. 5. Volvemos a repetirnos la frase «Estoy tranquilo» y pasamos a la fase de auto-hipnosis. Se trata de repetirse pequeñas frases,formulación de propósitos , siempre afirmativas, que contengan el objetivo que queremos conseguir. Las frases dependerán de los objetivos de cada persona. Para poner un ejemplo: «Juego totalmente concentrado». Estos propósitos tienen que ser más o menos realistas, como es de suponer. Esta práctica proviene de las experiencias del doctor Coué, quien recomendaba a sus pacientes imaginarse mirándose en un espejo que reflejara el mejor aspecto posible, a la vez que se repetían «Estoy mejor, mejor y mejor». Puede que esto no tenga mucha base científica, pero funciona,no sabemos si debido a que realmente es posible este tipo de autoprogramación o auto-hipnosis, o simplemente por un fenómeno similar al efecto placebo (sustancia sin ningún efecto real, admimistrada por un médico o experimentador a un paciente y que consigue mejora o curación por las sustancias beneficiosas del tipo endorfinas y endovalium que produce el sujeto por estar convencido de la bondad del producto), que no es más que el poder de la autosugestión, fenómeno conocido desde muy antiguo en forma de milagros y alucinaciones individuales y colectivas donde se llega a ver entidades de lo más extraño. Por eso es cierto que algunos charlatanes que toman forma de curanderos pueden sanar solamente por poseer una personalidad y carisma fuertes y atrayentes ,capaces de convencer y persuadir. Continuara...

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