martes, 24 de abril de 2018

Métodos de relajación y concentración(Parte 1)

La mayoría de los ajedrecistas piensa que sólo con el estudio y la práctica podrán conseguir la maestría en el juego, creencia bastante equivocada, no sólo desde un punto de vista científico, sino también a partir de lo que nos muestra la realidad y el sentido común.Todos sabemos casos de jugadores que dedican muy poco tiempo a estudiar y, sin embargo; tienen un nivel bastante bueno, incluyendo algunos maestros. Es cierto que el talento, ese concepto tantas veces invocado y pocas veces comprendido, que contiene cualidades innatas y/o aprendidas (el debate entre innatistas y partidarios de que todo se consigue con el aprendizaje quizás no termine nunca) tales como decisión, competitividad, espíritu de lucha, agilidad mental, memoria, etc, juega un papel importante . Pero no es menos cierto que es decisivo el poder y saber conseguir un estado óptimo de relajación concentración-activación- motivación delante del tablero, y este es el tema del que vamos a tratar en éste y el siguiente artículo. Todos conocemos jugadores que son capaces de pasarse toda la partida sentados sin levantarse, con la mirada fija en las piezas. Otros , por el contrario , se levantan frecuentemente y hablan con sus compañeros.No es cierto que los que están siempre quietos consigan una mayor concentración porque el que se levanta busca relajar y estirar sus músculos y un poco de descanso para su cerebro y ojos, sin por ello dejar de pensar en el juego . Por supuesto , hay que evitar distraerse excesivamente y los estímulos que puedan afectar al estado psicológico. Lo importante es estar relajado, pero no tanto como para llegar a ese punto en que la cabeza deja de pensar adecuadamente; es decir, tranquilo, pero sin caer en la apatía. Por tanto,un estado intermedio entre la relajación total y la excitación extrema, justo medio que asegura el equilibrio (ya los filósofos griegos insistían en que la virtud está en el punto medio). En la moderna psicología del deporte se habla del arousal , el estado natural de activación, y de la manera de controlarlo para conseguir una ejecución deportiva adecuada. El estado de arousal puede ir desde el coma hasta la excitación extrema propia de un ataque de pánico: desde el estado vegetativo hasta ese punto en que el organismo segrega una cantidad tan elevada de elementos activantes que se hace imposible soportarlo y entramos en hiperexcitación y crisis. Tan perjudicial es tener un nivel de arousal bajo como tenerlo alto. Todos sabemos por experiencia que tan malo es relajarse demasiado como estar nervioso, y que es necesario un cierto grado de stress para que rindamos bien. Así pues, el ajedrecista debe aprender estrategias para relajarse cuando siente que los nervios le pueden perjudicar y para activarse cuando nota que su organismo no está preparado para la lucha, porque la partida de ajedrez, al fin y al cabo, es una lucha, contra el oponente y contra uno mismo. Empecemos con los métodos de relajación. Hay una buena cantidad de ellos. Algunos consisten simplemente en ir repasando mentalmente las partes del cuerpo y en irlas relajando a voluntad. Otros (Jacobson) se basan en que el organismo diferencie entre el estado de tensión muscular y el de relajación,por lo que el sujeto va tensando, uno a uno,los músculos, y después nota la sensación agradable de soltarlos.Otros evocan una sucesión de paisajes imaginados, en los que uno se visualiza tranquilo, relajado, confiado,feliz. También hay aparatos de dudosa eficacia que aseguran llevar al cerebro del paciente al estado alfa, en el que las ondas cerebrales tienen una frecuencia óptima para la relajación, el aprendizaje y otros objetivos. Es cierto que el cerebro, dependiendo del nivel de actividad,emite ondas con mayor o menor frecuencia,pero está por demostrar que aparatitos a base de auriculares que emiten clicls y gafas que nos hacen ver colores nos lleven a ese estado en que se puede conseguir todo lo que uno se propone. Recuerdo que, en la misma línea, hace bastantes años se decía que escuchando una cassette cuando uno se está quedando dormido,se conseguía recordar todo. También proliferan por librerías y otras tiendas las cintas de persuasión subliminal, que, pretendidamente,envían mensajes al cerebro de manera que no se escuchan conscientemente, pero que,precisamente por ello, la conciencia no pone barreras a su aprendizaje. Es verdad que hay datos de la realidad que percibimos, y de los que no nos damos cuenta, y prueba de ello son los experimentos de publicidad subliminal,algunas veces criticada y prohibida, pero continuamente utilizada; sin embargo, de ahí a que una serie de sonidos cambien nuestro carácter, resuelvan nuestros problemas o nos hagan superinteligentes, hay un abismo. Parece que los vendedores de crecepelos milagrosos y de elixires de la eterna juventud siguen existiendo en estos tiempos modernos de sociedad tecnológica. Personalmente, creo que el método de relajación más completo y con mejores efectos a largo plazo es el entrenamiento autógeno,ideado por Schultz combinando las prácticas de meditación de las religiones orientales con las ideas de la psiquiatría y psicología modernas , o alguna de sus variantes más actuales , que simplifican un poco su aprendizaje. Su práctica constante permite, no sólo relajar el cuerpo a voluntad, sino una especie de autoprogramación que consiste en que el practicante, aprovechando el estado de paz conseguido con la relajación física, se da a sí mismo una serie de órdenes que son mejor asumidas que cuando se está en estado de vigilia. Continuara...

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